Perfil Público de carlosc
Carlos Mario Carreño Rada
Estadísticas
¿Cómo conseguir puntos?
Puedes obtener puntos y subir en nuestro ranking en función de estos criterios:
- 15 puntos por cuento subido
- 10 puntos por poema subido
- 8 puntos por chiste subido
- 5 puntos por frase subida
- 1 punto por cada seguidor
- 0.02 puntos por voto positivo recibido
- -0.02 puntos por voto negativo recibido
- 15 puntos por cuento subido
- 10 puntos por poema subido
- 8 puntos por chiste subido
- 5 puntos por frase subida
- 1 punto por cada seguidor
- 0.02 puntos por voto positivo recibido
- -0.02 puntos por voto negativo recibido
Punto
Día 1.00
Punto
Semana 1.00
Punto
Mes 21.16
Puntos
Año 1
Seguidor
0
Seguidos

Dos estrellas -tus ojos-
resplandecen en mi cielo,
generan aura de paz
y regocijo.
Aquella preciosa luna,
-tu alma-
irradia un sentir
que hace galopar mi corazón,
un éxtasis del
cual me considero adicto.
El viento, -tu voz-
sopla, acoge y abraza mi alma.
Frente a tí estoy,
oh divina noche -tú-,
eres la razón por las que los
coliflores cantan
-mi inspiración-,
expresando nada,
pero mi alma quiere correr
y darte un abrazo,
no quiero dejar de mirarte,
eres lo más tranquilo
que mi corazón ha sentido.
- Carlos Carreño.

Llevo en la nuca la luna furtiva
de nuestras noches
rítmicas y esquivas.
Alas en piel,
-de verso tal vez-
contra la pared,
rememorando los ecos yermos de tu sed.
Y en la frialdad del anochecer,
derriban tus muros mi piel,
derrite el alma, la hiel.
Ahora son grises las nubes de Van Gogh,
-tus labios ojimiel-
que al cesar de la noche siento
de ellos mucho querer.
- CC.
NO PRECISAS.
Para sentir a Dios, solo basta amar,
para estar en ti, no tienes que buscar.
Yo soy parte de ti, sin tiempo ni lugar,
un lazo eterno que nada puede separar.
No necesitas olfato
para oler mis sentimientos,
ni tus labios en mi piel
para besar lo que siento.
No precisas de tus manos
ni del tacto acostumbrado,
para tocar mi alma entera
sin rozarme, tan siquiera.
Te escucho sin que pronuncies,
te abrazo sin que estés cerca,
te siento como el suspiro
que la distancia no quiebra.
No precisas voz alguna
para oírte en mi silencio,
ni tu sombra junto a mí
para hallarte en todo el tiempo.
Te escucho sin que pronuncies,
te abrazo sin que estés cerca,
te siento como el suspiro
que la distancia no quiebra.
Eres el faro en la tormenta,
la calma que siempre regresa.
Aunque el tiempo nos separe,
tu esencia nunca se dispersa.
Eres el eco que me guía,
la voz que me llena el alma.
En cada paso, en cada día,
eres paz, eres mi calma.
Enviado por yanlop
GASOLINA
- A ella le gusta la gasolina...
- Oye, ¿no puedes cantar algo más educativo?
- A ella le gusta la mezcla de hidrocarburos derivados de petróleo...
Antes de juzgar, ponte en su lugar. Donde la piedad humana se atora, la Misericordia Divina pasa comodamente, bendice, arropa, sana.
Manuel Martínez
Pablo Neruda
NO PRECISAS.
Para sentir a Dios, solo basta amar,
para estar en ti, no tienes que buscar.
Yo soy parte de ti, sin tiempo ni lugar,
un lazo eterno que nada puede separar.
No necesitas olfato
para oler mis sentimientos,
ni tus labios en mi piel
para besar lo que siento.
No precisas de tus manos
ni del tacto acostumbrado,
para tocar mi alma entera
sin rozarme, tan siquiera.
Te escucho sin que pronuncies,
te abrazo sin que estés cerca,
te siento como el suspiro
que la distancia no quiebra.
No precisas voz alguna
para oírte en mi silencio,
ni tu sombra junto a mí
para hallarte en todo el tiempo.
Te escucho sin que pronuncies,
te abrazo sin que estés cerca,
te siento como el suspiro
que la distancia no quiebra.
Eres el faro en la tormenta,
la calma que siempre regresa.
Aunque el tiempo nos separe,
tu esencia nunca se dispersa.
Eres el eco que me guía,
la voz que me llena el alma.
En cada paso, en cada día,
eres paz, eres mi calma.
Enviado por yanlop
GASOLINA
- A ella le gusta la gasolina...
- Oye, ¿no puedes cantar algo más educativo?
- A ella le gusta la mezcla de hidrocarburos derivados de petróleo...
Antes de juzgar, ponte en su lugar. Donde la piedad humana se atora, la Misericordia Divina pasa comodamente, bendice, arropa, sana.
Manuel Martínez
Pablo Neruda