Perfil Público de lufemosa
Luis Fede Montúfar
Estadísticas
¿Cómo conseguir puntos?
Puedes obtener puntos y subir en nuestro ranking en función de estos criterios:
- 15 puntos por cuento subido
- 10 puntos por poema subido
- 8 puntos por chiste subido
- 5 puntos por frase subida
- 1 punto por cada seguidor
- 0.02 puntos por voto positivo recibido
- -0.02 puntos por voto negativo recibido
- 15 puntos por cuento subido
- 10 puntos por poema subido
- 8 puntos por chiste subido
- 5 puntos por frase subida
- 1 punto por cada seguidor
- 0.02 puntos por voto positivo recibido
- -0.02 puntos por voto negativo recibido
Puntos
Día 1.02
Puntos
Semana 1.02
Puntos
Mes 52.48
Puntos
Año 2
Seguidores
0
Seguidos

Mi buena educación me precede,
lo correcto de mis actos me condenaron.
Pero no más, dejare mi corazón un instante,
me iré a la misma mierda y volveré renovado,
vacío de mi y lleno de hijoputismo.
Así es que te voy avisando,
cuando te vuelva a ver,
no te sorprendas
si te aprieto contra la pared,
si te como la boca
y te ahogo con mi lengua,
si te aprieto fuertemente la cola
hasta que tus pies no toquen el suelo,
si te marco el cuello de un chupetón,
si me das un cachetazo
y aún siga sonriendo parado frente a vos,
tanteando hacerlo otra vez.
Te advierto, te voy a acariciar el alma,
morderé tu corazón, besare tus deseos,
saciare tu mente y le hablare a tu cuerpo
hasta que no te quede otra opción
en la puta vida que buscar más de mi.
Seremos dos adictos irremediablemente.
Lufemosa

Si es complicado explicar lo que sientes con un poema, con una mirada, con un abrazo, con una canción. Imagina explicar el amor. El amor que te levanta y te hace cruzar océanos de impedimentos o te postra en una cama sin aliento, el mismo que te cura felizmente o envenena mortalmente. Así es el amor, el terrible amor, el maldito amor. El DESEADO amor.
Mi amor, por ejemplo, es un amor a estrenar, un amor desconocido, primaveral, ingenuo, cursi, sin vicios, que vuela sin alas, que se cree invencible, que no le teme a nada, que ríe, llora, canta y se desvela, que abraza, acepta y perdona. Y todo en un solo latido. ¿Te imaginas? EN SÓLO UN LATIDO.
Y eso "ma chérie" es un reflejo de lo que veo en ti. Así es que no te preguntes que se siente amar, sólo mírame, escúchame y pregúntate si te sientes en libertad.
Lufemosa

Yo también puedo ser un maldito.
De los que te calumnian
De los que te mienten y manipulan
De los que te hablan en doble sentido
De los que te son infieles.
Yo también puedo ser un maldito.
De los que te niegan
De los que te gritan y humillan
De los que te hacen llorar y que perdonas
De los que se cansan de ti y te dejan.
Yo también puedo ser un maldito.
De los que no se parecen a mí
De los que no entienden tus gustos
De los que no aman tu forma de ser
Yo también quiero ser un maldito
De esos que te enamoras
De esos que sueles amar, no sé porque
De esos a los que te entregas
De esos por los que renuncias a todo
De esos que no quieres dejar.

Dejarlo y recordar
Me es necesario olvidar,
dejarlo ir y arrancarlo de raíz,
abandonarlo sin aviso, ignorando su llamado,
alejarme sin mirar atrás y no detenerme en la memoria,
marchitarlo hasta corromper su corazón sin titubear,
aniquilarlo como lo haría Dios.
Y en el proceso, no ser un tonto enamorado,
de juicio inmaduro y ridículo actuar,
ingenuo, confiado,
un estúpido romántico,
iluso soñador;
ósea un perfecto idiota.
Y es así, no hay sorpresa,
el amor eterno, sólo se escuchan en canciones,
los grandes amantes, sólo se leen en poemas,
los finales felices, sólo están en los cuentos.
Aquí, sólo está la descorazonada realidad.
Y otra vez, sólo me queda esperar otra vida
¿lo recuerdas? una en la que nos recordemos,
-como en la anterior- yo de ti y tú de mí,
Pero sobre todo, tú de mí.
Para que veas un ser AMAble.
El mismo que te componía canciones,
que te relataba en cuentos,
que alborotaba toda tu realidad
y te inmortalizaba en versos.
Lufemosa

Tu secreto
Cuando cierro los ojos,
escucho una canción,
esa que esta en mí corazón,
que me habla,
que tiene tu voz,
que no voy a olvidar.
Esa que me hace recordar, vivir, soñar, anhelar... cantar.
Cuando cierro los ojos,
veo los tuyos,
que me miran fijamente,
con amor, con pasión,
sin discreción, generosos,
risueños, sinceros.
Cuando cierro los ojos,
es amanecer, atardecer, anochecer.
Es hoy, es ayer, es mañana,
siempre, jamás, quizás,
es... tal vez seguramente.
Cuando cierro los ojos,
te espero sabiendo que vendrás,
porque vos me escuchas,
porque ya estoy en tus palabras,
en tu sonrisa, en tu modo de mirar,
porque soy ese secreto,
tan tuyo, que sólo encontrarás,
cuando tus ojos has de cerrar.
Lufemosa
NO PRECISAS.
Para sentir a Dios, solo basta amar,
para estar en ti, no tienes que buscar.
Yo soy parte de ti, sin tiempo ni lugar,
un lazo eterno que nada puede separar.
No necesitas olfato
para oler mis sentimientos,
ni tus labios en mi piel
para besar lo que siento.
No precisas de tus manos
ni del tacto acostumbrado,
para tocar mi alma entera
sin rozarme, tan siquiera.
Te escucho sin que pronuncies,
te abrazo sin que estés cerca,
te siento como el suspiro
que la distancia no quiebra.
No precisas voz alguna
para oírte en mi silencio,
ni tu sombra junto a mí
para hallarte en todo el tiempo.
Te escucho sin que pronuncies,
te abrazo sin que estés cerca,
te siento como el suspiro
que la distancia no quiebra.
Eres el faro en la tormenta,
la calma que siempre regresa.
Aunque el tiempo nos separe,
tu esencia nunca se dispersa.
Eres el eco que me guía,
la voz que me llena el alma.
En cada paso, en cada día,
eres paz, eres mi calma.
Enviado por yanlop
GASOLINA
- A ella le gusta la gasolina...
- Oye, ¿no puedes cantar algo más educativo?
- A ella le gusta la mezcla de hidrocarburos derivados de petróleo...
Antes de juzgar, ponte en su lugar. Donde la piedad humana se atora, la Misericordia Divina pasa comodamente, bendice, arropa, sana.
Manuel Martínez
Pablo Neruda
NO PRECISAS.
Para sentir a Dios, solo basta amar,
para estar en ti, no tienes que buscar.
Yo soy parte de ti, sin tiempo ni lugar,
un lazo eterno que nada puede separar.
No necesitas olfato
para oler mis sentimientos,
ni tus labios en mi piel
para besar lo que siento.
No precisas de tus manos
ni del tacto acostumbrado,
para tocar mi alma entera
sin rozarme, tan siquiera.
Te escucho sin que pronuncies,
te abrazo sin que estés cerca,
te siento como el suspiro
que la distancia no quiebra.
No precisas voz alguna
para oírte en mi silencio,
ni tu sombra junto a mí
para hallarte en todo el tiempo.
Te escucho sin que pronuncies,
te abrazo sin que estés cerca,
te siento como el suspiro
que la distancia no quiebra.
Eres el faro en la tormenta,
la calma que siempre regresa.
Aunque el tiempo nos separe,
tu esencia nunca se dispersa.
Eres el eco que me guía,
la voz que me llena el alma.
En cada paso, en cada día,
eres paz, eres mi calma.
Enviado por yanlop
GASOLINA
- A ella le gusta la gasolina...
- Oye, ¿no puedes cantar algo más educativo?
- A ella le gusta la mezcla de hidrocarburos derivados de petróleo...
Antes de juzgar, ponte en su lugar. Donde la piedad humana se atora, la Misericordia Divina pasa comodamente, bendice, arropa, sana.
Manuel Martínez
Pablo Neruda