Perfil Público de sherlock
Denis
Estadísticas
¿Cómo conseguir puntos?
Puedes obtener puntos y subir en nuestro ranking en función de estos criterios:
- 15 puntos por cuento subido
- 10 puntos por poema subido
- 8 puntos por chiste subido
- 5 puntos por frase subida
- 1 punto por cada seguidor
- 0.02 puntos por voto positivo recibido
- -0.02 puntos por voto negativo recibido
- 15 puntos por cuento subido
- 10 puntos por poema subido
- 8 puntos por chiste subido
- 5 puntos por frase subida
- 1 punto por cada seguidor
- 0.02 puntos por voto positivo recibido
- -0.02 puntos por voto negativo recibido
Puntos
Día 1.02
Puntos
Semana 1.02
Puntos
Mes 24.00
Puntos
Año 1
Seguidor
0
Seguidos

Hace mucho tiempo en un colegio de monjas llamado “Dolores Delano” en el cual se encontraban alrededor de 10000 monjas, ya os haréis una idea del tamaño del suso dicho, aparentemente era de estilo gótico con muchos detalles era precioso y a la vez emanaba del colegio un aura misteriosa.
Un día al colegio llegó un nuevo monje pero este era un tanto particular siempre se le encontraba cometiendo alguno de los 7 pecados capitales exceptuando el suicidio.El resto de monjes y monjas se dieron cuenta de ello y al principio trataron de hacer que confesara sus pecados para así “limpiar” su alma pero no consiguieron nada solo se agravó el asunto y no les quedó más opción que maquinar un plan y hacer desaparecer un alma tan desgraciada y dicho plan consistió en pillarle por la espalda y llevarlo arrastras hasta el claustro el cual estaba cerrado para visitas y en una enorme mesa de piedra le ataron manos y pies para después clavarle “la daga santa” así consiguieron acabar con aquel desgraciado.Bueno… eso pensaron todos los allí presentes.Al de unos días después de todo lo ocurrido en el claustro sucedían cosas extrañas, las velas de los candelabros se encendían, las ventanas y las puertas se abrían y cerraban solas, sin motivo aparente.La cosa no acabó ahí, cada vez el terror iba en aumento, empezaron a aparecer animales muertos en los alrededores del colegio y la gente del pueblo empezó a faltar a las sesiones para rezarle a Dios. Después empezaron a desaparecer monjas para más tarde aparecer crucificadas y aparentemente torturadas y si no aparecían muertas ellas estaban atemorizadas prácticamente psicóticas. Las que aún seguían allí, sin haber huido de aquel espantoso lugar por el miedo a lo que les hubiese podido ocurrir, decidieron prohibir el paso al claustro y se quedaron en sus celdas para rezar aparte de usarlas para dormir.Ya que no salían de sus celdas salvo para ir a comer, el espíritu estaba encolerizado y no le quedó más remedio que tomar represalias y expandir su dominio de maldad.Empezó por la cocina, influenciando a la más joven y vulnerable hasta que perdió la cabeza psicológicamente y después literalmente.
La corrompió lo suficiente como para que se volviera su esclava. Usó ese control para continuar expandiendo su reinado de maldad. Hasta que consiguió reunir a las monjas dentro del claustro que prometieron que jamás volverían ha abrirlo y ahí todas se quitaron la vida a la vez, haciendo que todas se crucificaran con unos trozos de madera de dimensiones considerablemente grandes los cuales se encontraban apoyados contra la fachada del colegio y a la última la obligó a fracturarse todas sus extremidades y cercenarse sus párpados y así la desposeyó y estuvo días soportando la tortura de no poder moverse al final volviéndose ciega al no poder hidratar sus ojos correctamente pero aún tenía que seguir soportando los gritos de sufrimiento y los llantos de sus compañeras así hasta que afortunadamente murieron y ella también acabó muriendo pero por inanición y deshidratación.
EL SUSURRO DE LA VIDA
¿Prefieres morir o hablar,
o entregar tu voz al viento?
Silencio que quema el alma,
miedo que ahoga el aliento.
Algunos dieron su vida
por poder en paz murmurar,
pero hoy hay otros
que parten su pan sin dudar.
La sombra se te acerca,
el tiempo no espera,
¿que vale más: vida o palabra,
o darle voz a quien no espera?
¿O prefieres ver tu eco arder
como estallidos de cañón,
iluminar la oscuridad
con el fuego de tu voz?
Si callas, la muerte será tu alfombra,
si hablas, quizá el mundo te escuche...
pero el eco de tu grito
en la eternidad cruje.
Elige, no hay vuelta atrás,
lento, seguro, sin piedad:
tu vida ya es el abismo
que grita, ¿verdad o brutalidad?
¿Prefieres morir o hablar?
o quizá....
solo respirar
hasta que el aire
te obligue a contestar.
Enviado por aitanaahd
AMIGO ESPABILADO
Un amigo le dice al otro:
- Oye, que te llamo por la cortadora de césped...
Y le dice el otro:
- ¡¡¡Pues se te escucha perfectamente!!!.
Me quedé atrapado en las pupilas de tus ojos cansados y envejecidos en el tiempo.
gbl
Derechos Reservados de Autor
Germán A Barrios Leal
TÚNEL
Mensajes, mensajes, mensajes
continuos de bienvenida o despedida,
medida de silencio diario,
tan pequeños, tan gigantes.
Francisco Gálvez
EL SUSURRO DE LA VIDA
¿Prefieres morir o hablar,
o entregar tu voz al viento?
Silencio que quema el alma,
miedo que ahoga el aliento.
Algunos dieron su vida
por poder en paz murmurar,
pero hoy hay otros
que parten su pan sin dudar.
La sombra se te acerca,
el tiempo no espera,
¿que vale más: vida o palabra,
o darle voz a quien no espera?
¿O prefieres ver tu eco arder
como estallidos de cañón,
iluminar la oscuridad
con el fuego de tu voz?
Si callas, la muerte será tu alfombra,
si hablas, quizá el mundo te escuche...
pero el eco de tu grito
en la eternidad cruje.
Elige, no hay vuelta atrás,
lento, seguro, sin piedad:
tu vida ya es el abismo
que grita, ¿verdad o brutalidad?
¿Prefieres morir o hablar?
o quizá....
solo respirar
hasta que el aire
te obligue a contestar.
Enviado por aitanaahd
AMIGO ESPABILADO
Un amigo le dice al otro:
- Oye, que te llamo por la cortadora de césped...
Y le dice el otro:
- ¡¡¡Pues se te escucha perfectamente!!!.
Me quedé atrapado en las pupilas de tus ojos cansados y envejecidos en el tiempo.
gbl
Derechos Reservados de Autor
Germán A Barrios Leal
TÚNEL
Mensajes, mensajes, mensajes
continuos de bienvenida o despedida,
medida de silencio diario,
tan pequeños, tan gigantes.
Francisco Gálvez