Perfil Público de alfonsojparedes
Alfonso J Paredes
Estadísticas
¿Cómo conseguir puntos?
Puedes obtener puntos y subir en nuestro ranking en función de estos criterios:
- 15 puntos por cuento subido
- 10 puntos por poema subido
- 8 puntos por chiste subido
- 5 puntos por frase subida
- 1 punto por cada seguidor
- 0.02 puntos por voto positivo recibido
- -0.02 puntos por voto negativo recibido
- 15 puntos por cuento subido
- 10 puntos por poema subido
- 8 puntos por chiste subido
- 5 puntos por frase subida
- 1 punto por cada seguidor
- 0.02 puntos por voto positivo recibido
- -0.02 puntos por voto negativo recibido
Puntos
Día 1.20
Puntos
Semana 1.22
Puntos
Mes 30.28
Puntos
Año 2
Seguidores
11
Seguidos

Arando la tierra el arado,
no ara solamente el campo,
sino tu alma y tu cuerpo y tu espíritu,
alimentándose copiosamente del alimento,
de la huerta el hortelano.
De la tierra es el huertero labrador,
de su campo campesino y terruñero,
tierra, tierra, tierra, entre hortalizas verdes,
seca es su pena, árida y baldía arena,
de esta insufrible condena.
El sol quema, seca y alimenta, broncea e hierve,
el agua que busca las raíces de la brea,
que pintan de pinturas impermeables, tus aperos,
y la barca de tu vida en la marea.
Dureza en la jornada y en tus brazos,
el filo de la guadaña,
segador que siegas y sosiegas la siega,
áspera como las palmas de tus manos.
Entre la mies de la mañana, era una dulce jornada,
sin luces de las de candilejas,
se vislumbra la vista del horizonte,
abultadas filas de montes,
entre callejas y callejas.
El día carece de sombra
y la noche derrocha su luz,
de sol a sol, de día en día,
hasta que la vista se calla.
La tierra calla, la tierra se queda,
pero el hortelano labrador surca,
haciendo veredas con su sudor,
arando la tierra.
El anverso del verso ©2023
Alfonso J Paredes
Nota: «en este poema, he utilizado recursos de la retórica muy especiales. Si os divierte, averiguad cuales son».

Dos mexicanos que se encuentran en una cantina:
-Oye, ¿a qué te dedicas?
- Yo soy poeta y en el aire las compongo
- Y ¿me podrías componer unos veros?
- Pues claro, ¿Cómo te llamas?
- Yo me llamo Andrés
- Andrés: ¿tu vas para la playa
entras en el mar
y el agua te moja los pies?
- Oiga, está fácil, ¿yo podría componerle unos versos?
- Pues claro, solo es creatividad e imaginación.
- Y ¿usted como se llama?
- Yo, me llamo..., ¡Angulo!...

Estoy seguro de que regresarás,
olvídate de esconderte detrás de tu sombra,
despídete de tu pasado,
me enteré de que el amor nunca morirá.
Siempre te recuerdo al atardecer,
cuando me deslumbrabas entre la extractada tarde,
hasta que me olvidaba que después estará oscuro,
densa atmósfera en mil pedazos al anochecer.
Colgando de mi pecho al final de la noche
y el aroma fresco del amanecer,
recordaba que formabas parte de mi canción,
entre edredones algodonados de seda.
Cada vez mas seguro de tu regreso,
verte aquí otra vez, preguntando de más,
sin fingir que me recordabas quizá,
entre las calles empedradas y un lugar avieso.
A partir de aquí, simula que me olvidaste,
aparta de ti un amor perverso,
un oscuro cuarto repleto de miedos,
recurre a mi para amarte.
No me quitarás el sabor de tu boca
y la mirada profunda cuando te beso,
el estertor de tu cuerpo, sin palabras locas,
no me olvido ni me río por eso.
Olvídate de los reproches,
es una señal del destino,
entre lo terrenal y lo divino,
quiero un mundo contigo, otra noche.
No quiero saber en qué te he fallado,
pues no hubo nadie que te amara
más que yo.
Poem & Rhápsody ©2023
Versos para el recuerdo
Alfonso J. Paredes.
NO PRECISAS.
Para sentir a Dios, solo basta amar,
para estar en ti, no tienes que buscar.
Yo soy parte de ti, sin tiempo ni lugar,
un lazo eterno que nada puede separar.
No necesitas olfato
para oler mis sentimientos,
ni tus labios en mi piel
para besar lo que siento.
No precisas de tus manos
ni del tacto acostumbrado,
para tocar mi alma entera
sin rozarme, tan siquiera.
Te escucho sin que pronuncies,
te abrazo sin que estés cerca,
te siento como el suspiro
que la distancia no quiebra.
No precisas voz alguna
para oírte en mi silencio,
ni tu sombra junto a mí
para hallarte en todo el tiempo.
Te escucho sin que pronuncies,
te abrazo sin que estés cerca,
te siento como el suspiro
que la distancia no quiebra.
Eres el faro en la tormenta,
la calma que siempre regresa.
Aunque el tiempo nos separe,
tu esencia nunca se dispersa.
Eres el eco que me guía,
la voz que me llena el alma.
En cada paso, en cada día,
eres paz, eres mi calma.
Enviado por yanlop
- Doctor, voy a mear con gran escozor.
- ¿Y con orín colorado?
- Este cuento se ha acabado... pero a mí me sigue picando.
¡ Hoy he cogido, la ilusión del presente,
.... y he ido a tu casa, para verte !
Mayte Rueda Suarez
Tu piel como el amanecer
la mía como el musgo
Una describe el principio
de un final innegable.
La otra, el final de un
principio seguro.
Maya Angelou
NO PRECISAS.
Para sentir a Dios, solo basta amar,
para estar en ti, no tienes que buscar.
Yo soy parte de ti, sin tiempo ni lugar,
un lazo eterno que nada puede separar.
No necesitas olfato
para oler mis sentimientos,
ni tus labios en mi piel
para besar lo que siento.
No precisas de tus manos
ni del tacto acostumbrado,
para tocar mi alma entera
sin rozarme, tan siquiera.
Te escucho sin que pronuncies,
te abrazo sin que estés cerca,
te siento como el suspiro
que la distancia no quiebra.
No precisas voz alguna
para oírte en mi silencio,
ni tu sombra junto a mí
para hallarte en todo el tiempo.
Te escucho sin que pronuncies,
te abrazo sin que estés cerca,
te siento como el suspiro
que la distancia no quiebra.
Eres el faro en la tormenta,
la calma que siempre regresa.
Aunque el tiempo nos separe,
tu esencia nunca se dispersa.
Eres el eco que me guía,
la voz que me llena el alma.
En cada paso, en cada día,
eres paz, eres mi calma.
Enviado por yanlop
- Doctor, voy a mear con gran escozor.
- ¿Y con orín colorado?
- Este cuento se ha acabado... pero a mí me sigue picando.
¡ Hoy he cogido, la ilusión del presente,
.... y he ido a tu casa, para verte !
Mayte Rueda Suarez
Tu piel como el amanecer
la mía como el musgo
Una describe el principio
de un final innegable.
La otra, el final de un
principio seguro.
Maya Angelou