Perfil Público de alfonsojparedes
Alfonso J Paredes
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Día 1.00
Punto
Semana 1.02
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Mes 30.08
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Año 2
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11
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Arando la tierra el arado,
no ara solamente el campo,
sino tu alma y tu cuerpo y tu espíritu,
alimentándose copiosamente del alimento,
de la huerta el hortelano.
De la tierra es el huertero labrador,
de su campo campesino y terruñero,
tierra, tierra, tierra, entre hortalizas verdes,
seca es su pena, árida y baldía arena,
de esta insufrible condena.
El sol quema, seca y alimenta, broncea e hierve,
el agua que busca las raíces de la brea,
que pintan de pinturas impermeables, tus aperos,
y la barca de tu vida en la marea.
Dureza en la jornada y en tus brazos,
el filo de la guadaña,
segador que siegas y sosiegas la siega,
áspera como las palmas de tus manos.
Entre la mies de la mañana, era una dulce jornada,
sin luces de las de candilejas,
se vislumbra la vista del horizonte,
abultadas filas de montes,
entre callejas y callejas.
El día carece de sombra
y la noche derrocha su luz,
de sol a sol, de día en día,
hasta que la vista se calla.
La tierra calla, la tierra se queda,
pero el hortelano labrador surca,
haciendo veredas con su sudor,
arando la tierra.
El anverso del verso ©2023
Alfonso J Paredes
Nota: «en este poema, he utilizado recursos de la retórica muy especiales. Si os divierte, averiguad cuales son».

Dos mexicanos que se encuentran en una cantina:
-Oye, ¿a qué te dedicas?
- Yo soy poeta y en el aire las compongo
- Y ¿me podrías componer unos veros?
- Pues claro, ¿Cómo te llamas?
- Yo me llamo Andrés
- Andrés: ¿tu vas para la playa
entras en el mar
y el agua te moja los pies?
- Oiga, está fácil, ¿yo podría componerle unos versos?
- Pues claro, solo es creatividad e imaginación.
- Y ¿usted como se llama?
- Yo, me llamo..., ¡Angulo!...

Estoy seguro de que regresarás,
olvídate de esconderte detrás de tu sombra,
despídete de tu pasado,
me enteré de que el amor nunca morirá.
Siempre te recuerdo al atardecer,
cuando me deslumbrabas entre la extractada tarde,
hasta que me olvidaba que después estará oscuro,
densa atmósfera en mil pedazos al anochecer.
Colgando de mi pecho al final de la noche
y el aroma fresco del amanecer,
recordaba que formabas parte de mi canción,
entre edredones algodonados de seda.
Cada vez mas seguro de tu regreso,
verte aquí otra vez, preguntando de más,
sin fingir que me recordabas quizá,
entre las calles empedradas y un lugar avieso.
A partir de aquí, simula que me olvidaste,
aparta de ti un amor perverso,
un oscuro cuarto repleto de miedos,
recurre a mi para amarte.
No me quitarás el sabor de tu boca
y la mirada profunda cuando te beso,
el estertor de tu cuerpo, sin palabras locas,
no me olvido ni me río por eso.
Olvídate de los reproches,
es una señal del destino,
entre lo terrenal y lo divino,
quiero un mundo contigo, otra noche.
No quiero saber en qué te he fallado,
pues no hubo nadie que te amara
más que yo.
Poem & Rhápsody ©2023
Versos para el recuerdo
Alfonso J. Paredes.
AGUARDABA
Aguardaba el indicio, el paisaje
invisible de un giro de argumento
que me hiciera perder el aislamiento
en las manos suicidas del lenguaje.
Aguardaba un despliegue, un ultraje,
una fórmula o signo de alzamiento,
alba atroz con su efímero instrumento
de legítima luz en su plumaje.
Aguardaba en un párrafo de vida
una esquela insurrecta que se riera
del payaso que llevo aquí conmigo.
Aguardaba el delirio de una huida,
sublevado adelante que se esmera
en llegar hasta ti pero contigo.
Enviado por danteverne
EN LA OFICINA
- Sí, González, ya sé que el sueldo no le alcanza para casarse..., pero créame, algún día me lo agradecerá...
si tus problemas no tienen solucion ps ya no le des más vuelta otros vendran.
Manuel Martínez
Mario Benedetti
AGUARDABA
Aguardaba el indicio, el paisaje
invisible de un giro de argumento
que me hiciera perder el aislamiento
en las manos suicidas del lenguaje.
Aguardaba un despliegue, un ultraje,
una fórmula o signo de alzamiento,
alba atroz con su efímero instrumento
de legítima luz en su plumaje.
Aguardaba en un párrafo de vida
una esquela insurrecta que se riera
del payaso que llevo aquí conmigo.
Aguardaba el delirio de una huida,
sublevado adelante que se esmera
en llegar hasta ti pero contigo.
Enviado por danteverne
EN LA OFICINA
- Sí, González, ya sé que el sueldo no le alcanza para casarse..., pero créame, algún día me lo agradecerá...
si tus problemas no tienen solucion ps ya no le des más vuelta otros vendran.
Manuel Martínez
Mario Benedetti