Perfil Público de franzmerino
FRANZ ALBERTO MERINO DAVILA
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— ¡¡¡Trajiste una caja llena de mangos manzanos, papi!!! … ¡¡Qué rico huelen!!…
— ¡¿Tomando, otra vez, tu aspirina infantil, papito querido, Cayo Tulio?! —Sí, mi duendecillo.
— ¡Vamos al lavadero a pelar y comerlos, mi benjamín! Trae, por favor, la tina para las pepas…
— ¡Están jugosos y sabrosos! ¡¿Déjame cortarlos en cubitos como tú me das?! —No, el cuchillo está muy filoso, te puedes cortar.
— ¿Juguemos, mijo? Cierra los ojos mientras saboreas… ¡eso es un dulce sueño! Ahora, abre los ojos… ¡saborea la dulce realidad! Cada cubito de esta fruta, es como una píldora mágica, vives momentos de fantasía y de realidad. No hay nada amargo en la vida, mi consentido. Todo es dulce, como tus sueños, como tu realidad, mi Dante Mathías.
— ¿Juguemos de nuevo, papi? - Bueno— Este cubo de mango, lo vas a disfrutar de otra manera… Mientras lo comes, mírame como tu amado papá… —Ahora, ¡límpiate!, estás amarillo—. Coge este trozo, ¡cómelo!… mírame como tu mejor amigo, mi adorado hijo.
— Antes de darte otro pedacito de mango, cierra, nuevamente, tus ojos, mi ángel bello. Obsérvame, como acabaste de hacerlo, muy claramente: con mi bigote, con mi peinado, conversando contigo… cortando y dándote tu fruta preferida…
— ¡Ya puedes abrirlos! Si te das cuenta de que puedo pasar de lo visible a lo invisible. Jamás, me ausentaré de ti. ¡Ya, lo comprobaste! Lo que tú miraste vivirá siempre dentro de ti, hijo mío.
— ¡Sí, papito! ¡Sí, papito! A mis siete años le decía, mientras lo acariciaba llorando, después de ese inmenso dolor en su pecho que con su mano endurecida se hizo morado. Atragantarte con el mango, te llevó de viaje, nada más. Tu alma inmortal no infartó, no partió; vives dentro de mí.
Ángel Mathías y Dante Alejandro (seudónimo)
Loja, abril de 2023
Autor: Franz Alberto Merino Dávila
#franzmerino @franzmerino

EL ABRAZO SE FUE
La agraciada libertad y expresarla a plenitud corriendo sin miedo, dejé de verla.
La sigilosa escondida detrás de la puerta y el susto gracioso, se fueron.
Mi risa, como padre, pasó; era la continuidad al escuchar a la preferida risa infantil.
Y, viajé a buscar esos abrazos matinales… ya no los tengo: ni en plenilunios, ni en arcoíris.
Escudriñar en mi colección virtual momentos con mi “Gasparín”, me apacigua.
El abrazo entre adultos en las fiestas, pocas veces me llenan, otros me intrigan.
Añoro el largo abrazo sutil; pidiéndole luego sea más fuerte; como el del retorno de guerra.
El inocente beso ya no me acompaña en mis mejillas, en este camino recorrido de espinas.
Vive hoy conmigo, un fantasma que me hinca, me lastima, me destroza llamada nostalgia.
El Plan Divino funciona como si nada le importarán los tristes, los lamentos y sus oradores.
¡El tierno abrazo se alejó!
¡El beso angelical no regresó!
¡Mi plegaria decreció en su misticismo!
¡El corazón desahuciado perdió su ímpetu!
¡Todo, ya fue!
Franz Alberto Merino Dávila.
Escritor y poeta sudamericano.
Loja, Guayaquil, Ecuador.
@franzmerino #franzmerino
AGUARDABA
Aguardaba el indicio, el paisaje
invisible de un giro de argumento
que me hiciera perder el aislamiento
en las manos suicidas del lenguaje.
Aguardaba un despliegue, un ultraje,
una fórmula o signo de alzamiento,
alba atroz con su efímero instrumento
de legítima luz en su plumaje.
Aguardaba en un párrafo de vida
una esquela insurrecta que se riera
del payaso que llevo aquí conmigo.
Aguardaba el delirio de una huida,
sublevado adelante que se esmera
en llegar hasta ti pero contigo.
Enviado por danteverne
EN LA OFICINA
- Sí, González, ya sé que el sueldo no le alcanza para casarse..., pero créame, algún día me lo agradecerá...
si tus problemas no tienen solucion ps ya no le des más vuelta otros vendran.
Manuel Martínez
Mario Benedetti
AGUARDABA
Aguardaba el indicio, el paisaje
invisible de un giro de argumento
que me hiciera perder el aislamiento
en las manos suicidas del lenguaje.
Aguardaba un despliegue, un ultraje,
una fórmula o signo de alzamiento,
alba atroz con su efímero instrumento
de legítima luz en su plumaje.
Aguardaba en un párrafo de vida
una esquela insurrecta que se riera
del payaso que llevo aquí conmigo.
Aguardaba el delirio de una huida,
sublevado adelante que se esmera
en llegar hasta ti pero contigo.
Enviado por danteverne
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Manuel Martínez
Mario Benedetti