Perfil Público de livan23l

Te amo porque siento y siento que contigo valgo,
te amo porque de tu labia se emanan placeres,
por mi lapiz y euforia respiro, solo encabalgo
mis versos, y es que te amo por tú ser quien eres.

Más te amo porque el amor es como un pequeño bote,
que navegante sale en las olas de un mundo aparte,
en caso de que tu barco no haya salido a flote,
en ese caso digo que yo jamás llegué a amarte.

A veces eres la calma que falta en mis pensares
cuando es tu sonrisa tan agradable y veloz,
otras muchas veces desasosiegas mis mares
cuando el tiempo te revaza y no escucho más tu voz.

Te amo de verdad; la verdad es que te amo,
pero es que yo te amo porque siento de tu amar;
vuelvo en mí mismo recorriendo tramo por tramo,
y me encuentro perdido en el agua sin saber nadar.

Si floto hasta tu norte no encuentro ni una señal
que me indique si es correcto tomar este referente,
más yendo hacia el sur, tampoco existe algún final,
porque me cuesta avanzar estando a contracorriente.

¿Tú me amas porque sientes lo que me causas a mí
o será porque de algún modo sabes que lo causaste?
Me adentro en mis lagunas y cuando yo pienso en ti,
yo pienso y si lo pienso pienso que jamás me amaste.

En mis arterias, mis venas y en mi mente yo te aclamo,
pues siento tu amor en mí, mientras te veo alejarte,
entonces me ha surgido la duda, ¿será que te amo?,
porque si tú no me amas entonces no puedo amarte.

¿Pues cómo no me voy a sentir tan impotente?,
si me llenas de caricias en solo una de las lunas,
siembras la semilla de un amor fiel y latente,
para no darle agua y hacerla pasar hambrunas.

Tomo un café algo frío, procederé a recostarme,
una conclusión... la pienso y la inauguro,
¡No voy de forma alguna a volver a enamorarme!,
aunque si soy sincero tampoco estoy tan seguro...

Me agravia un sentimiento muy profundo de agonía,
que me mantiene despierto y soñando melancolía,
hendidura de mi alma, causada por tu partida,
y un corazón que llora, con esperanza perdida.

Todo dio comienzo cuando cruzamos miradas,
esos ojos de carmín atravesantes cual espadas,
no hubo resistencia, atacaste sin razón,
derrotaste mis defensas, entraste en mi corazón.

Proclamaste tu victoria y me dejaste tan perplejo,
imaginando mil historias en las que llegar a viejo,
en una era un navegante, que nadaba entre tus labios,
en la otra un recitante, que clamaba desvaríos.

Ingenuo y tan cegado decidí acortar distancia,
tú volteaste y saludaste con una fina elegancia,
"mucho gusto señorita, ¿puedo invitarle algún trago?,
es una pequeña cita, no me tome por un vago".

Yo ansioso y preocupado esperaba tu respuesta,
mientras tú me sonreías y decías estar dispuesta,
así fue como salimos, así fue como avanzamos,
así fue como vivimos, de esa forma nos amamos.

Nos casamos y te vi con ese vestido tejido,
fue la blanca seda la que me dejó perdido,
con la cola escarchada, con el velo tan cuidado,
volví a ver tu mirada, volví a estar enamorado.

Pero lo bueno perdura más no dura eternamente,
entre menos preparado peor golpeará el torrente,
sin preparación mental, consumido por mis gritos,
hasta que en ese hospital, se cerraron tus ojitos.

Y me agravia un sentimiento muy profundo de agonía,
que me mantiene despierto y soñando melancolía,
lo que la vida me imparta, ya no importa tras tu muerte,
punto final de la carta, espero volver a verte.

Ya suspenso en tu mirada,
mi alma entre tus brazos,
tus mejillas de carnada,
cien intentos, mil fracasos.

Gano pasión frenesí,
pierdo indicios de razón,
guían tus labios carmesí,
mis cantos del corazón.

Firme, bella melodía,
y sin tiempo de derroche,
pues te pienso por el día
para soñarte de noche.

Y me cubre la añoranza
de no estar cerca de ti,
ya por vivir tu esperanza
me olvidé yo de vivir.

Solo pienso en tu regazo
y en el arco de cupido;
cual artista con un trazo,
pongo meta al recorrido.

Surcando en tus sienes,
luego bajando peldaños,
quiero ver que me retienes
y seas mía por mil años.

Viajar entre tus prendas
y besarte sin mesura,
haciendo que desprendas
los aires de tu figura.

Con mis labios ir ondeando
en las zonas de mi agrado,
y así terminar besando
esos labios de granado.

Que la luna sea testigo
del amor que por ti siento,
"O mi leidy, yo os digo,
la amo en cuerpo y pensamiento.

Y no equipara otra alguna,
lo que mi cuerpo os perjura,
preguntadle pues, la luna,
os dirá de mi locura.

Por ella es que sabreis
que os amo con fervor,
y aún si en ella no creeis,
os daré todo mi amor".

Azul y rojo son los bandos
donde se encuentra la gente,
donde con hechos nefandos,
se humillan públicamente.

El azul con gran furor,
arrebate de odio al rojo,
mientras que este con honor,
le contesta en gran enojo.

Y no importa el sentimiento
con que cuente el adversario,
lo que importa es ser violento
cuando opinen lo contrario.

Así encuentro, fragmentado,
al mundo y las personas,
de esta forma se ha entronado,
a los "reyes" sin coronas.

Existen mil episodios
donde hay falsa valentía;
existe mucho más odio
de lo que existe empatía.

Y es que el vencedor vencido
ya ha sentido su victoria;
solo por hacer más ruido,
sus tres locos le dan gloria.

Puesto que ambos son iguales,
no son solamente instintos,
pero debido a ideales
es que se vuelven distintos.

Gracias a redes sociales
han aumentado los males,
donde por hechos banales
se crean batallas campales.

Sueño con mejora sutil
en los futuros más cercanos,
donde haya gente gentil
junto a humanos más humanos.

Caminemos responsables
al faro de Alejandría,
pues como seres sociables
no hay que perder la empatía.

Pues en el mundo gigante
del que somos habitantes,
hay que seguir adelante
dejando de ser pedantes.

Quizá solo necesito un baño.

Imagínate no tener consciencia
durante el resto de eternidad,
perder el sentido y la coherencia,
que el tiempo pierda su identidad,
que no haya vuelta a la realidad,
que se desvanezca tu presencia
llenándolo todo de oscuridad.

Que tu esperanza no esté perdida
y creer que puedes desprenderte,
solo agrava mucho más la herida,
pues la lógica cual contrafuerte,
amenazante y cruel nos advierte,
que es posible escaparte a la vida,
pero no el escapar de la muerte.

Feliz la ansiedad, favorecida,
triste enfermedad, tan quejumbrosa,
pensando que no hay forma conocida
de evitar la soledad más espantosa,
la que a mayor edad, más poderosa,
y que va de ganadora extrovertida
dejando mi felicidad tan temerosa.

Parece un chiste de mal gusto
vivir como esclavos de un destino,
este final exuberante de disgusto
lo tendrá hasta el más grande peregrino,
y me doy cuenta con un llanto cristalino
que el Dios de la vida es muy injusto,
al solo darnos tres gotas de su vino.

Aún con oro, no vas a lograr nada,
aún con plata, tu familia morirá,
aún con cobre, la moneda más pesada,
la fortuna de dinero ya no te salvará.
Y la esperanza que perdura, aún lo hará,
más cada alma existente y prolongada,
la muerte algún día le llegará.

Somos tristemente un leve instante
entre dos eternidades muy oscuras;
la vida es una joya deslumbrante,
que encandila con sus finas vestiduras,
y cegados por miserias y amarguras,
me dan ganas de volverme un ignorante,
y olvidarme de que cobrarán facturas.