Perfil Público de moal
Jerónimo Álvarez de Eulate
Un poco sobre moal
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Por favor: quiero que borren ustedes todos mis poemas.

Ya llueve, Juan, el cielo se ha cubierto,
triste es su manto gris, triste y lloroso,
había amanecido un día hermoso
y ha tornado ahora a un rumbo incierto.
Ya escampará, Juan, ya, porque el Experto,
siempre ha parado, dice quejumbroso,
cuando llueve, y ahora, boquiabierto,
te promete un tiempo primoroso.
Que tengas, Juan, la llama de la vida,
salud, paz, alegría, brío, aliento
que nunca te falte, ni un momento,
para cada gran desdicha una salida,
ni una puerta que se abra cuando llamas
ni el abrazo esperado de quien amas

EL CAOS.
En la nube protectora me voy yendo
hacia sitios mas nuevos de este mundo,
me sumerjo en el negro más profundo,
sin figura, sin cuerpo, sin atuendo.
Poco a poco. Voy despacio, sin perderme en los detalles del espacio,
observando espantado los fuegos destructores, las lejanas candilejas, los oscuros vacíos, las temibles fosas, interminables huecos, sin final y sin contenido de vida.
Miro, busco, tiento, soplo, grito, nadie me contesta.
Camino, voy de pie, ora sentado, ora salto, ora volteo cual campana, ora giro la cabeza, no hay ventana, ora escupo, ora palpo, ora pateo, ora tiento, manoseo, ora vuelvo, ora subo en elíptico progreso, ora bajo, ora avanzo en mar sin agua, sin apoyo, sin olas, sin espuma, sin arena y sin tropiezos.
No tengo apoyo bajo los pies ni techo sobre la cabeza, no me hundo ni floto, solo avanzo. No hay nadie tras de mí, ni un objeto, ni un apoyo, ni una voz, ni un susurro, ni un leve roce, un suave viento.
¿A dónde voy? ¿De dónde vengo?, ¿Quién me espera? ¿A quién espero? Incorpóreo. Insepulto; no encuentro ni mi boca ni mis manos, no soy mas que un vago pensamiento que se extingue sin remedio. Voy al fuego que no brilla. A lo eterno. Voy al caos.

RECUERDO AGRADECIDO.
Tu trato atento y tierno
que en mi memoria está,
aun cuando pase el tiempo,
en ella quedará.
Te seguiré queriendo
incluso mucho más.
Aquellos días tristes
de lluvia y tempestad
impregnan aún mi alma
de eterna sequedad.
Ya vives otra vida
de plena libertad.
Lo otro ya no importa,
ya sé que viva estás.
Aquella tu ternura,
aquella tu bondad
aunque mi vida fuera
dolor y oscuridad.
Tal vez tu te aburrieras
Al verme ensimismado
Y recobrar quisieras
Tu vieja libertad.
Tal vez por eso huiste
Y a mi tedioso lado,
Oscuro gris y triste
Ya nunca volverás.
Adiós mi vieja amiga
que seas muy feliz,
que el cielo te bendiga
y que tu alma consiga
lo que yo no te dí.
moal

MI TRACTOR
Obedece, acompaña, sufre y calla,
Ayuda, trabaja, se esfuerza decidido,
Ara, arrastra. Alumbra y nunca falla
A la hora de iniciar su recorrido.
Si lo miro, se aquieta cohibido,
Si lo enciendo, su pecho bronco estalla,
Si le piso, ardiente se encanalla,
Si lo paro, se duerme sometido.
Nada le ha hecho dejarme abandonado,
Ni el calor sofocante del estío,
Ni el terreno agreste y desolado,
Ni el invierno enlutado, duro y frío.
Contigo me he sentido confortado,
Orgulloso y feliz, amigo mío.
Moal.

Tus ojos de pacífica tristeza
denotan una infancia abandonada
una pubertad desorientada
y una adolescencia de crudeza.
Sopor y rebeldía en la corteza.
Amor y prudencia agazapada
peldaños ascendiendo acelerada
y bajando de nuevo a la pereza.
Mas hoy gana tu anhelo de belleza
de acariciar el barro con las manos
dando forma a gráciles humanos
buscando dialogar con esculturas
contagiándoles ternura con cariño
como hace una madre con su niño.
NO PRECISAS.
Para sentir a Dios, solo basta amar,
para estar en ti, no tienes que buscar.
Yo soy parte de ti, sin tiempo ni lugar,
un lazo eterno que nada puede separar.
No necesitas olfato
para oler mis sentimientos,
ni tus labios en mi piel
para besar lo que siento.
No precisas de tus manos
ni del tacto acostumbrado,
para tocar mi alma entera
sin rozarme, tan siquiera.
Te escucho sin que pronuncies,
te abrazo sin que estés cerca,
te siento como el suspiro
que la distancia no quiebra.
No precisas voz alguna
para oírte en mi silencio,
ni tu sombra junto a mí
para hallarte en todo el tiempo.
Te escucho sin que pronuncies,
te abrazo sin que estés cerca,
te siento como el suspiro
que la distancia no quiebra.
Eres el faro en la tormenta,
la calma que siempre regresa.
Aunque el tiempo nos separe,
tu esencia nunca se dispersa.
Eres el eco que me guía,
la voz que me llena el alma.
En cada paso, en cada día,
eres paz, eres mi calma.
Enviado por yanlop
GASOLINA
- A ella le gusta la gasolina...
- Oye, ¿no puedes cantar algo más educativo?
- A ella le gusta la mezcla de hidrocarburos derivados de petróleo...
Antes de juzgar, ponte en su lugar. Donde la piedad humana se atora, la Misericordia Divina pasa comodamente, bendice, arropa, sana.
Manuel Martínez
Pablo Neruda
NO PRECISAS.
Para sentir a Dios, solo basta amar,
para estar en ti, no tienes que buscar.
Yo soy parte de ti, sin tiempo ni lugar,
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No necesitas olfato
para oler mis sentimientos,
ni tus labios en mi piel
para besar lo que siento.
No precisas de tus manos
ni del tacto acostumbrado,
para tocar mi alma entera
sin rozarme, tan siquiera.
Te escucho sin que pronuncies,
te abrazo sin que estés cerca,
te siento como el suspiro
que la distancia no quiebra.
No precisas voz alguna
para oírte en mi silencio,
ni tu sombra junto a mí
para hallarte en todo el tiempo.
Te escucho sin que pronuncies,
te abrazo sin que estés cerca,
te siento como el suspiro
que la distancia no quiebra.
Eres el faro en la tormenta,
la calma que siempre regresa.
Aunque el tiempo nos separe,
tu esencia nunca se dispersa.
Eres el eco que me guía,
la voz que me llena el alma.
En cada paso, en cada día,
eres paz, eres mi calma.
Enviado por yanlop
GASOLINA
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Antes de juzgar, ponte en su lugar. Donde la piedad humana se atora, la Misericordia Divina pasa comodamente, bendice, arropa, sana.
Manuel Martínez
Pablo Neruda