Perfil Público de yajfm0972
Tempestad Endógena
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Mimodrama de un Agitador
Yo quise ser una historia
Una página, un párrafo, o al menos un verso
libre tan solo de la alfa a la omega.
Anhelé que se dibujaran mis pasos,
pero las tintas fueron incoloras.
Deseaba que algún jeroglífico me retratara en una esfera
tratando de evadir los contornos.
Pero mi biografía tenía la más esquiva de las memorias.
El olvido se empeñó en poseerme.
O quizás la vergüenza misma sintió pena
de los aconteceres que acribillaron mi destino.
Dubitativos sin saber si definirme maldito,
o la cruenta ironía un demonio en ruinas.
Pero jamás pasé de ser un domador de sueños frustrado.
Un habitante más de las páginas borradas de las trincheras
urbanas.
Una sombra petrificada ante su pavoroso origen.
Una avalancha de lodo que se precipitó ante el vértigo.
Soñé con ser una revancha viral de los perros predestinados
a las pedradas.
Una bayoneta de hipérboles que derribaran las distancias.
¡Cuan tonto fui en creer que la miseria me haría inmune a la
bulimia de la opulencia!
Si tan solo hubiese llegado a ser tradición oral,
cortometraje con documental de la derrota,
o guion improvisado, para un teatrino de bolsillo.
Así, y solo así, podría reír a mandíbula batiente en el Mictlán.
Tempestad Endógena
Entre los resquicios del olvido,
leves imágenes aúllan.
Devienen del hedor concéntrico de la ausencia.
Sobre el tejado arde la beligerante cúpula de óleos cerúleos.
Hectáreas acuosas de intriga.
Canaleta hecha mar de aguaceros polícromos.
Navegan carabelas bucaneras en formol que aún desangran.
Es la tarde humedeciendo el solícito seto de lo profano.
Fulgura el perdernal destellando lumbre,
como queriendo opacar el frío del ahora,
en este nosocomio de mi alama envuelta en presagios
de cada perenne minuto del desasosiego.
Goteras, como limosnas llenan los aposentos
ataviados de congojas intentando enarbolar la estructura dorsal
del abandono.
Marco mi número telefónico sin éxito:
dualidad entre el desamor propio,
y la improbidad de un retorno emanado
por las axilas de la angustia.
Maldita sea, aún persisten las insurrectas larvas
alcoholizadas de plenitud atándonos al pretérito.
Ni las llamaradas heladas de las errancias del tiempo,
vencen en nuestros sótanos internos, al dinosaurio del temporal omnisciente.
¿Por qué callan todos, si fui engendrado por la histeria?
Laceración
Era, una muñeca de trapo.
Negativo de nuestro intangible arsenal cultural.
Banda sonora de una escaleta cuasi fúnebre.
Melodrama tan deprimente, como la descomposición urbana.
Tragicomedia enjaulando a una osamenta.
Truncado arranque que tras cuarto intento en primer año escolar,
a estatua de sal mutó.
karma que trocó muñecas por trabajos forzados a los ocho.
Futuro de la nación, titulada en papiloma a los dieciocho.
La que a la Lewinsky con tutoriales certificó.
Chacha obligada a profundas limpiezas íntimas, por el patrón.
Obelisco palpitante en honor a los silencios urbanos.
Hermenéutica que degustó jengibre,
cuando el chef sazonó canapés.
Anti-heroína que en la espalda nos encaramaba
a sus estereotipados clones.
Sin silicones en el espíritu que inflaran desnutridas zonas erógenas.
Aura de niña etaria cuyos estupros nos laceraban llagas,
en medio del inconsciente colectivo.
Signos de pregunta entre un contexto inquisidor.
Estratagema escapista que inculpa al albedrío.
De jornalera que cavaba su propia tumba al romper
surco,
evolucionó a pescadora de adicciones de olvido.
Migaja compartida por quienes pagaban su juerga.
Era, unas sandalias rotas, desubicadas en mi pies deformes.
Mi masoquismo, resucitando Lázaros.
Era, una muñeca de trapo,
que valía más que este bardo, con alma de mísero harapo.
Destiempo
I.
Si algún día regresaras confrontarías tus olvidos
con mis recuerdos.
Si algún día regresaras caerían miosotis a la vera
que a esos pies acarician.
Si algún día regresaras la historia borraría
las remembranzas somnolientas.
Si algún día regresaras te diría como antes lo hacía:
‘‘¿Hola, como estás?
Está bien, no me contestes,
sé que vienes cansada.
Sé por esa mirada que no has tenido un buen día.
Sé que te invado y te molesta.’’
Sí, si algún día regresaras repetiríamos
esos trillados parlamentos de siempre.
II.
Más si nunca regresaras,
esos mañanas serían aciagos y lapidarios.
Si nunca regresaras,
en ese onírico devenir,
enviaría quizás saludos a tus hijos y amante.
Si nunca regresaras,
a él diría por la red, que fuimos vecinos.
Le diría que jamás compartimos caminos.
Le diría:
‘‘-¿Cómo está la familia?
Ya son dos varones y una niña.
Espero verles en navidad,
y que perdure esta amistad.’’
Si nunca regresaras,
tendría que fingir una comedia,
para ocultar esta tragedia.
Inventar un cuento,
en que el tiempo sea llevado por el viento.
Y disfrazar todo esto en un poema,
al que llamaría: Destiempo.
Cuando el Poeta Fenece
El bardo no es la prosopopeya.
No es solo vocablo, coyuntura o grito.
Juglar no es solo quien vocifera hipérboles.
Florituras top class. Guerra de guerrillas
con el verbo. Hipocondriasis románticas.
Trovador, también es el iletrado que ama.
Quien tiene corazón por arado.
Quien ríe de sí, ignorando al clown social.
El que intimista, vitalicio se habita.
Aquel que de barro, ánforas difumina.
Quien sin ego, multiplica su especie.
El que en la clandestinidad, otorga.
Quien a nivel del ofensor, no desciende.
Por eso, cuando el poeta fenece,
se diluye, la esperanza.
James Philliphe Morán
Intangible
¿Acaso alguien le ha visto?
Le dibujaron con sombras en muros que le devoraron con la noche.
Intentaron atraparle en un colador de arena y
después con piñones que comprimieron la explotación industrial.
De seguido con fosforescentes dígitos codependientes energéticos.
Solo quien hoy yace ha fingido detenerle.
¿Será una mera invención social para justificar la depreciación corporal?
¿Si hubiesen dispuesto que un segundo durase lo que dos, no estaríamos en el onceavo siglo?
¿Si se fue, no ha llegado y no está, por qué trata de someternos?
¿Acaso pretende hipnotizarnos con ese péndulo que no sabe a dónde va?
¿Cómo hacerle entender que nos basta con el tic tac del reducto de nuestros sentimientos?
APENAS
Hace apenas unos minutos yo era un niño,
arcilla de lava que entonaba una canción,
un rugido interminable, una primavera
entre arrecifes de hormigón.
Mis sueños apenas me cabían en las manos,
y la esperanza iniciaba su reinado.
Recuerdo haber alzado los ojos,
rendirme al amor,
coronarme en esa patria de hierba y luz
que desde el barro desafiaba al sol.
Brote, esbozo de estrella en una calle,
música, centella, pasión.
Recuerdo haber sido aquel niño,
y ahora solo quisiera volver a ser yo.
Enviado por danteverne
General: Soldado hice la bandera
Soldado: Pues le quedo muy bonita
Hacia dónde camina el mundo?
como una veleta,
......no sabe, donde va,
sabiendo sobradamente,
que el camino es la paz.
Mayte Rueda Suarez
Arribó
Y ahora vengo sin destino
Danilo Quijano
APENAS
Hace apenas unos minutos yo era un niño,
arcilla de lava que entonaba una canción,
un rugido interminable, una primavera
entre arrecifes de hormigón.
Mis sueños apenas me cabían en las manos,
y la esperanza iniciaba su reinado.
Recuerdo haber alzado los ojos,
rendirme al amor,
coronarme en esa patria de hierba y luz
que desde el barro desafiaba al sol.
Brote, esbozo de estrella en una calle,
música, centella, pasión.
Recuerdo haber sido aquel niño,
y ahora solo quisiera volver a ser yo.
Enviado por danteverne
General: Soldado hice la bandera
Soldado: Pues le quedo muy bonita
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como una veleta,
......no sabe, donde va,
sabiendo sobradamente,
que el camino es la paz.
Mayte Rueda Suarez
Arribó
Y ahora vengo sin destino
Danilo Quijano