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todo es basura basura comestible y reir a caracjadas de las paginas de poesia todo es un estafa y hitr}ler reinara de nuevo siii sisi ya vendras vendras aqui sisisi ya vendras no es poesia poesia es dibu martinez o un animal salvaje
Mimodrama de un Agitador
Yo quise ser una historia
Una página, un párrafo, o al menos un verso
libre tan solo de la alfa a la omega.
Anhelé que se dibujaran mis pasos,
pero las tintas fueron incoloras.
Deseaba que algún jeroglífico me retratara en una esfera
tratando de evadir los contornos.
Pero mi biografía tenía la más esquiva de las memorias.
El olvido se empeñó en poseerme.
O quizás la vergüenza misma sintió pena
de los aconteceres que acribillaron mi destino.
Dubitativos sin saber si definirme maldito,
o la cruenta ironía un demonio en ruinas.
Pero jamás pasé de ser un domador de sueños frustrado.
Un habitante más de las páginas borradas de las trincheras
urbanas.
Una sombra petrificada ante su pavoroso origen.
Una avalancha de lodo que se precipitó ante el vértigo.
Soñé con ser una revancha viral de los perros predestinados
a las pedradas.
Una bayoneta de hipérboles que derribaran las distancias.
¡Cuan tonto fui en creer que la miseria me haría inmune a la
bulimia de la opulencia!
Si tan solo hubiese llegado a ser tradición oral,
cortometraje con documental de la derrota,
o guion improvisado, para un teatrino de bolsillo.
Así, y solo así, podría reír a mandíbula batiente en el Mictlán.
Tempestad Endógena
Entre los resquicios del olvido,
leves imágenes aúllan.
Devienen del hedor concéntrico de la ausencia.
Sobre el tejado arde la beligerante cúpula de óleos cerúleos.
Hectáreas acuosas de intriga.
Canaleta hecha mar de aguaceros polícromos.
Navegan carabelas bucaneras en formol que aún desangran.
Es la tarde humedeciendo el solícito seto de lo profano.
Fulgura el perdernal destellando lumbre,
como queriendo opacar el frío del ahora,
en este nosocomio de mi alama envuelta en presagios
de cada perenne minuto del desasosiego.
Goteras, como limosnas llenan los aposentos
ataviados de congojas intentando enarbolar la estructura dorsal
del abandono.
Marco mi número telefónico sin éxito:
dualidad entre el desamor propio,
y la improbidad de un retorno emanado
por las axilas de la angustia.
Maldita sea, aún persisten las insurrectas larvas
alcoholizadas de plenitud atándonos al pretérito.
Ni las llamaradas heladas de las errancias del tiempo,
vencen en nuestros sótanos internos, al dinosaurio del temporal omnisciente.
¿Por qué callan todos, si fui engendrado por la histeria?
Laceración
Era, una muñeca de trapo.
Negativo de nuestro intangible arsenal cultural.
Banda sonora de una escaleta cuasi fúnebre.
Melodrama tan deprimente, como la descomposición urbana.
Tragicomedia enjaulando a una osamenta.
Truncado arranque que tras cuarto intento en primer año escolar,
a estatua de sal mutó.
karma que trocó muñecas por trabajos forzados a los ocho.
Futuro de la nación, titulada en papiloma a los dieciocho.
La que a la Lewinsky con tutoriales certificó.
Chacha obligada a profundas limpiezas íntimas, por el patrón.
Obelisco palpitante en honor a los silencios urbanos.
Hermenéutica que degustó jengibre,
cuando el chef sazonó canapés.
Anti-heroína que en la espalda nos encaramaba
a sus estereotipados clones.
Sin silicones en el espíritu que inflaran desnutridas zonas erógenas.
Aura de niña etaria cuyos estupros nos laceraban llagas,
en medio del inconsciente colectivo.
Signos de pregunta entre un contexto inquisidor.
Estratagema escapista que inculpa al albedrío.
De jornalera que cavaba su propia tumba al romper
surco,
evolucionó a pescadora de adicciones de olvido.
Migaja compartida por quienes pagaban su juerga.
Era, unas sandalias rotas, desubicadas en mi pies deformes.
Mi masoquismo, resucitando Lázaros.
Era, una muñeca de trapo,
que valía más que este bardo, con alma de mísero harapo.
Destiempo
I.
Si algún día regresaras confrontarías tus olvidos
con mis recuerdos.
Si algún día regresaras caerían miosotis a la vera
que a esos pies acarician.
Si algún día regresaras la historia borraría
las remembranzas somnolientas.
Si algún día regresaras te diría como antes lo hacía:
‘‘¿Hola, como estás?
Está bien, no me contestes,
sé que vienes cansada.
Sé por esa mirada que no has tenido un buen día.
Sé que te invado y te molesta.’’
Sí, si algún día regresaras repetiríamos
esos trillados parlamentos de siempre.
II.
Más si nunca regresaras,
esos mañanas serían aciagos y lapidarios.
Si nunca regresaras,
en ese onírico devenir,
enviaría quizás saludos a tus hijos y amante.
Si nunca regresaras,
a él diría por la red, que fuimos vecinos.
Le diría que jamás compartimos caminos.
Le diría:
‘‘-¿Cómo está la familia?
Ya son dos varones y una niña.
Espero verles en navidad,
y que perdure esta amistad.’’
Si nunca regresaras,
tendría que fingir una comedia,
para ocultar esta tragedia.
Inventar un cuento,
en que el tiempo sea llevado por el viento.
Y disfrazar todo esto en un poema,
al que llamaría: Destiempo.
Cuando el Poeta Fenece
El bardo no es la prosopopeya.
No es solo vocablo, coyuntura o grito.
Juglar no es solo quien vocifera hipérboles.
Florituras top class. Guerra de guerrillas
con el verbo. Hipocondriasis románticas.
Trovador, también es el iletrado que ama.
Quien tiene corazón por arado.
Quien ríe de sí, ignorando al clown social.
El que intimista, vitalicio se habita.
Aquel que de barro, ánforas difumina.
Quien sin ego, multiplica su especie.
El que en la clandestinidad, otorga.
Quien a nivel del ofensor, no desciende.
Por eso, cuando el poeta fenece,
se diluye, la esperanza.
James Philliphe Morán
CONFIANZA
Confiar fue mi único error,
yo estaba mejor sin ti,
que mal, que iluso que fui,
al verte con ojos de amor.
Llegaste con esa sonrisa
que me arrancó la amargura,
movías tu piel, tu figura,
y tus caderas con pericia.
Yo era un saco de despojos,
susurraste "tú solo confía",
sabías que yo lo quería,
confíe cegado por tus ojos.
Error craso en resultado,
dejando como concluso,
a un roto corazón iluso
y a un iluso mutilado.
La causa por sufrirme
no es más que la confianza,
pues su ofuscada alabanza
solo me hizo redimirme.
Si ser un vil desdichado
me mantenía más feliz,
obsérvame ahora infeliz
y júzgame de afortunado.
Al aceptarte la una alianza
yo te entregué el cuchillo,
y tú con un tajo sencillo
aniquilaste la esperanza.
Pues yo te buscaba ansioso
esperando a tu llamado
y tú te ibas de mi lado
con otro amor receloso.
No amaste en serio jamás,
fui solo un juguete triste
y una vez que te aburriste
jugaste con alguien más.
Me creíste triste mendigo,
debiste decir tu intención,
pues conociendo tu razón,
no hubiera perdido contigo.
Ahora queda la casa sola
y un frío café a la mitad,
el viento azota sin piedad
contra mi tejada española.
Solo me quedo a pensar
lo fatal del romanticismo.
Pero al menos yo mismo
nunca me he de traicionar.
Querías hundirme en el mar,
felicidades, lo conseguiste.
Dejaste a un tirano triste
y a un triste sin amar.
Y si nos vemos por azares
te saludaré con pericia,
así no notarás la avaricia
de mandarte mis pesares.
Creo que necesito dormir,
creo que necesito un baño,
uno que me quite el daño,
uno para dejar de sufrir.
Si lo permite mi mente
soñaré con amar de nuevo.
Con un dulce amor longevo
para sufrir nuevamente.
Enviado por livan23l
- Mamá, mamá... ¡En la escuela me dicen Teletubie!
- Pero hijo, no hagas caso, y ahora saluda a tu abuela.
- ¡Hoa!
El único rival de la paciencia, es el desespero. Tu decides quién quedará invicto
Yoannis Alvarez Alcantara
BRINDIS
Un destello de amor
es la copa del brindis,
y el tacto una huella
en el fino cristal,
y el instante un brillo
húmedo, evanescente:
hoy lo revela todo
y mañana no existe.
Un momento sublime
sin contornos ni límites.
Francisco Gálvez
CONFIANZA
Confiar fue mi único error,
yo estaba mejor sin ti,
que mal, que iluso que fui,
al verte con ojos de amor.
Llegaste con esa sonrisa
que me arrancó la amargura,
movías tu piel, tu figura,
y tus caderas con pericia.
Yo era un saco de despojos,
susurraste "tú solo confía",
sabías que yo lo quería,
confíe cegado por tus ojos.
Error craso en resultado,
dejando como concluso,
a un roto corazón iluso
y a un iluso mutilado.
La causa por sufrirme
no es más que la confianza,
pues su ofuscada alabanza
solo me hizo redimirme.
Si ser un vil desdichado
me mantenía más feliz,
obsérvame ahora infeliz
y júzgame de afortunado.
Al aceptarte la una alianza
yo te entregué el cuchillo,
y tú con un tajo sencillo
aniquilaste la esperanza.
Pues yo te buscaba ansioso
esperando a tu llamado
y tú te ibas de mi lado
con otro amor receloso.
No amaste en serio jamás,
fui solo un juguete triste
y una vez que te aburriste
jugaste con alguien más.
Me creíste triste mendigo,
debiste decir tu intención,
pues conociendo tu razón,
no hubiera perdido contigo.
Ahora queda la casa sola
y un frío café a la mitad,
el viento azota sin piedad
contra mi tejada española.
Solo me quedo a pensar
lo fatal del romanticismo.
Pero al menos yo mismo
nunca me he de traicionar.
Querías hundirme en el mar,
felicidades, lo conseguiste.
Dejaste a un tirano triste
y a un triste sin amar.
Y si nos vemos por azares
te saludaré con pericia,
así no notarás la avaricia
de mandarte mis pesares.
Creo que necesito dormir,
creo que necesito un baño,
uno que me quite el daño,
uno para dejar de sufrir.
Si lo permite mi mente
soñaré con amar de nuevo.
Con un dulce amor longevo
para sufrir nuevamente.
Enviado por livan23l
- Mamá, mamá... ¡En la escuela me dicen Teletubie!
- Pero hijo, no hagas caso, y ahora saluda a tu abuela.
- ¡Hoa!
El único rival de la paciencia, es el desespero. Tu decides quién quedará invicto
Yoannis Alvarez Alcantara
BRINDIS
Un destello de amor
es la copa del brindis,
y el tacto una huella
en el fino cristal,
y el instante un brillo
húmedo, evanescente:
hoy lo revela todo
y mañana no existe.
Un momento sublime
sin contornos ni límites.
Francisco Gálvez